Título: La casa de la noche: Marcada
Autora: P.C. Cast y Kristin Cast
Género: Fantasía, literatura juvenil
Primer libro de la saga La casa de la noche.
Cuando Zoey es marcada para unirse a la casa de la noche un internado donde aquellos que han sido marcados van a superar el cambio de humano a vampiro, aunque no todos llegan a conseguirlo.
Cuando llega a la casa de la noche descubre que no es una iniciada normal si no que es la elegida de la diosa vampira Nyx que le a otorgado dones especiales..
Pero allí no es la única con dones, y cuando descubre que la líder del grupo de la escuela las Hijas Oscura abusa de los dones concedidos por la diosa, Zoey deberá afrontar su destino con ayuda de sus nuevos amigos.
¿Sera Zoey capaz de afrontar su destino? o ¿No llegara a convertirse en vampira y morirá en el proceso?
Entonces le vi. El tío muerto. Vale,
me di
cuenta enseguida de que no estaba
técnicamente «muerto». Era un no
muerto. O un no humano. Lo que fuera.
Los científicos decían una cosa, la gente
decía otra, pero al final el resultado era
el mismo. No había confusión sobre qué
era él, e incluso aunque no hubiera
sentido el poder y la oscuridad que
emanaban de él, no había maldita forma
de que me pasase desapercibida su
marca, una luna creciente de color azul
zafiro en la frente, además del tatuaje de
nudos entrelazados que enmarcaba sus
ojos igualmente azules. Era un vampiro.
Era algo peor, un rastreador.
Pues, joder, estaba ahí de pie junto a
mi taquilla.
—¡Zoey, que no me estás haciendo
caso!
Entonces el vampiro habló y sus
ceremoniales palabras fluyeron a través
del espacio que nos separaba,
peligrosas y seductoras, como sangre
mezclada con chocolate derretido.
—¡Zoey Montgomery! La Noche os
ha escogido, vuestra muerte será vuestro
renacer. La Noche os llama, escuchad su
dulce llamada. ¡El destino os aguarda en
La Casa de la Noche!
Levantó un dedo largo y pálido y me
señaló. Con el estallido de dolor en mi
frente, Kayla abrió la boca y gritó.
Cuando las manchas brillantes
desaparecieron al fin de mis ojos,
levanté la mirada hacia el rostro sin
color de K, que me observaba.
Como de costumbre, dije la primera
tontería que se me vino a la cabeza.
—K, los ojos se te salen como los
de un pez.
—Te ha marcado. ¡Oh, Zoey! ¡Tienes
el perfil de esa cosa en la frente! —
Entonces se llevó la mano temblorosa a
sus blancos labios e intentó, sin éxito,
contener un sollozo.
Espero que os guste este libro tanto como a mi y espero a partir de ahora subir mas reseñas. Besos a todos mis queridos lectores.
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