miércoles, 23 de mayo de 2018

Vampiros Sureños: Definitivamente muerta - Charlaine Harris

Titulo: Vampiros Sureños: Definitivamente muerta
Autora: Charlaine Harris
Género: Romántica, Fantasía

Sexto libro de la saga Vampiros Sureños mas conocida por su serie de televisión True Blood.

Sookie empieza a salir con Quinn pero en su primera cita son atacados por licantropos.

Mientras tanto Sookie tiene viajar a Nueva Orleans ya que su prima Hadley le a dejado de herencia su piso al morir y reunirse con la reina Sophie-Anne Leclerg amante de Hadley y reina de los vampiros de Luisana, allí conoce a Amelia una bruja que la ayudara a descubrir las circunstancias de la muerte de Hadley.

Sophie-Anne le encomienda una misión a Sookie, que encuentre un brazalete que regalo su marido el rey de Arkansas cuando se casaron, porque si no lo muestra puesto en una ceremonia que va a realizarse podría iniciarse una guerra y perder todo.

¿Podrá Sookie averiguar porque los licantropos atacaron a ella y Quinn? ¿Y en que estaba metida Hadley para acabar muerta? ¿Y que pasara si Sookie no encuentra el brazalete?



      —¿No puedes acompañarme? —pregunté, un poco triste—. No, claro que no puedes. —Los
vampiros zumban alrededor de las hadas igual que los colibríes alrededor del agua dulce.
      —Puede que no sobreviviera —dijo, consiguiendo sonar avergonzada por que aquello le
impidiera permanecer a mi lado.
      —No te preocupes. Después de todo, lo peor ya ha pasado, ¿no? —Extendí las manos—.
Solían amenazarme, ¿sabes? Si no hacía lo que querían, solían amenazar con represalias hacia
Bill. Eh, ¿sabes qué? Ya no me importa.
      —Piensa antes de hablar —me aconsejó Claudine—. No puedes ser impertinente con la reina.
Ni siquiera un trasgo lo sería.
      —Lo prometo —dije—. Agradezco de veras que hayas venido hasta aquí, Claudine.
Me fundí con ella en un gran abrazo. Claudine era tan alta y delgada, que era como abrazar un
árbol de corteza suave.
      —Ojalá no hubiese sido necesario —dijo.

      Dado que nadie me había informado sobre cuál era el protocolo adecuado, incliné mi cabeza
hacia la reina y dije:
      —Me alegro de volver a verla, señora. —Y traté de agradar al rey repitiendo el gesto de la
cabeza. Los dos de atrás, que debían de ser asistentes o guardaespaldas, recibieron inclinaciones menores. Me sentí como una idiota, pero no quería pasarlos por alto. Aun así, ellos no tuvieron ningún problema en ignorarme a mí, después de lanzarme unas miradas exhaustivas y amenazadoras.
      —Has vivido algunas aventuras en Nueva Orleans —dijo la reina a modo de cauta
introducción. No sonreía, pero tampoco parecía hacerlo a menudo.
      —Así es, señora.
      —Sookie, te presento a mi marido, Peter Threadgill, rey de Arkansas. —No mostró el menor rastro de afecto en su cara. Bien podría haber estado presentándome a su mascota, Copito de Nieve.
      —Hola, ¿qué tal? —dije, y repetí el gesto de la cabeza, añadiendo rápidamente «señor». Vale, ya estaba cansada del jueguecito.
      —Señorita Stackhouse —dijo, antes de devolver su atención a los papeles que tenía delante.

Espero que disfrutéis con este libro tanto como yo lo hice, ya que siempre me sorprende como Sookie se puede meter en tantos líos diferentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario